Los embarazos no deseados son uno de los principales riesgos asociados a la práctica de la sexualidad en la adolescencia. Los factores que aumentan este riesgo son:
- La ausencia de información veraz. Más del 70% de los/as jóvenes consideran que están bien informados en materia de sexualidad, pero la información que tienen puede ser muy limitada y probablemente contaminada de los mismos prejuicios, además que existe una gran diferencia entre la percepción subjetiva de estar bien informado y estarlo realmente, es decir los jóvenes tienen la "ilusión de que saben", y por lo tanto no ven la necesidad de buscar información, por lo que actúan en base a dichas creencias erróneas.
- Muchos jóvenes que toman la decisión de informarse no saben dónde acudir.
- A veces saben dónde acudir pero no lo hacen por vergüenza, porque no se atreven. Con la misma dificultad se encuentran a la hora de adquirir el método anticonceptivo, (por norma general el preservativo).
- Otro factor es la ausencia de habilidades sociales o de autocontrol para exigir su utilización a la pareja.
- Está muy extendida la idea de que la norma entre los jóvenes es mantener relaciones sexuales.
- Los adolescentes se sienten presionados por los comentarios de los amigos, o por series de televisión que muestras jóvenes actores que son activos sexualmente. Es lo que se conoce como presión de grupo, y que puede ser el impulso para hacer algo, aún sin estar plenamente convencido/a, por el simple hecho de creer que el resto del grupo lo hace.
- Físicamente se sienten preparados para mantener este tipo de relaciones, aunque no lo estén desde el punto de vista social.
- Otro factor que está presente es la ambivalencia ante un embarazo como fruto de ese amor idílico y maravilloso de la adolescencia.
- El afán por la búsqueda del riesgo, y la baja percepción del mismo, característico en la adolescencia, podemos entender un poco mejor la situación que en muchos casos desemboca en un Embarazo no deseado.